LA DOBLE HERENCIA MALDITA DEL DR. ZERMEÑO

viernes 11 de marzo de 2022.

Hace casi dos años la Universidad Autónoma de San Luis Potosí celebraba uno de sus mayores logros en los últimos años, terminar con una tradición, “herencia maldita” dirían en palacio grande, de que el rector saliente impusiera su autoridad y trasladara el poder a uno de sus allegados, por lo regular el secretario general; esto luego de que el sencillo y poco carismático dr. Alejandro Zermeño Guerra se impusiera en las elecciones al secretario general del entonces rector Fermín Villar Rubio, Anuar Kasis Ariceaga y a Dolores Lastras Martínez.

A partir de entonces, el próximo 30 de abril se cumplirán dos años de ese trascendental momento, se esperaba que llegaran nuevos aires a la UASLP, con un rector que parecía decidido a romper con paradigmas y a crear una Universidad moderna y adaptada a las nuevas circunstancias de la sociedad.

Sin embargo la “herencia maldita” de sus antecesores continúa permeando en la UASLP lo cual quedó demostrado el pasado ocho de marzo con las manifestaciones de las mujeres, el acoso permanece impune, los casos no se resuelven, la Defensoría de los Derechos Universitarios no informa de avances en las denuncias presentadas por alumnas en contra de maestros y directores.

Aquí es donde aparece la segunda “herencia maldita” del dr. Zermeño, la que el mismo se encargó de recoger, tiene un abogado general acusado de acoso, Joel González de Anda, de quien dice sobre su denuncia, “eso sucedió hace mucho”, como si eso tuviera caducidad. El rector Zermeño fue a recoger lo que había que desechar.

González de Anda poco o nada ha realizado sobre las denuncias presentadas por la Defensoría de los Derechos Universitarios, y es evidente que piensa mantenerse en esa línea, es misógino, y está enfrentado con Urenda Navarro, la defensora universitaria, una feminista a ultranza; el rector debe de entender que el agua y el aceite no se mezclan.

En la Fiscalía General del Estado hubo relevo de mando hace poco tiempo, y el actual responsable de la FGE reconoció que existen un número considerable de carpetas abiertas por denuncias de acoso en la UASLP, se sabe que ninguna fue resuelta por el anterior fiscal y ahora secretario general de la Universidad, Federico Garza Herrera, el rector Zermeño se encargó de llevar su propia “herencia maldita” a su institución, se sabe que su relación ante su ahora compañera Urenda Navarro no es la mejor por obvias razones.

Durante el rectorado de Mario García Valdez existía un tipo que se ganó a pulso la antipatía de todo el personal que labora en la UASLP, su secretario particular, y no solo de la oficina de rectoria, ni del edificio central, sino de toda la institución, de todos los campus; Jorge Mascareñas Cuervo, el “Buchi” le dicen, pues de nueva cuenta regreso a imponer sus condiciones, ahora como secretario particular del dr. Zermeño.

Con el “Buchi”, regresaron los actos de acoso, él se encargó de imponer a Joel González de Anda, a la prepotente directora de la Facultad de Ciencias de la Comunicación, a la inoperante directora de Radio y Televisión universitaria Gabriela Nieto, además de mantener a una de las máximas figura de la “herencia maldita” la directora de cultura, Cinthya Valle, hija del ex rector Jaime Valle, a quien incluso nombró temporalmente, Secretaria General de la UASLP, ojo fue el Buchi, no el dr. Zermeño, quien parece sometido a las decisiones de su particular.

A casi dos años del cambio en la rectoria de la UASLP, la institución permanece igual y si estamos equivocados, no lo han sabido comunicar, no nos han mostrado avances en lo que prometieron, la comunicación de la Universidad, sometida por a lo que diga Jorge Mascareñas, navega sin rumbo, hundiendo al dr. Zermeño con su doble “herencia maldita”, la que le dejaron y la que él mismo recogió.

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